Samuel García Franco 4:01 p.m. A+ A- Print Email

Ayer fui a ver a una mujer que me daba confianza para acabar de aclarar unas dudas que tenía. Lo que sucedió fue todo lo contrario, sus palabras estaban llenas de mensajes sin sentido y que creaban más confusión que otra cosa. Como últimamente intento encontrarle todo lo positivo a lo que aparentemente es negativo, me paré a pensar sobre qué aprendizaje podía sacar de esta experiencia que me dejó tan mal sabor de boca. Y he encontrado la respuesta.
Cuando tenemos dudas sobre cosas importantes que afectan a nuestras vidas y buscamos consejo, no nos damos cuenta de que nos ponemos en una situación de vulnerabilidad. Cedemos nuestro poder personal a otra persona que no tendrá que lidiar con las consecuencias. En un curso que estaba haciendo una chica le preguntó a la profesora sobre unos problemas que tenía su bebé. La respuesta que esta le dio fue que el bebé se sentía asfixiado de tanto amor.. ¿te imaginas las consecuencias nefastas si esta chica va y se lo cree?
Mi aprendizaje es: jamás ceder tu poder personal a otra persona, por mucha confianza que le tengas y mucho que la quieras. Puedes pedir opiniones, está claro, pero jamás bases tu decisión final en la perspectiva de otros, siempre en la tuya. ¿Por qué? Porque quien va a tener que hacer frente a las consecuencias eres tú y nadie más.
Nunca cedas tu poder personal a otra persona, cree en ti


Dudar es humano y tener dudas también, hasta la persona más segura y tirada para adelante tiene dudas y miedos. Cuando estás pasando un mal momento, o te viene un golpe que no esperas, es normal ver cómo tus cimientos se tambalean, y eso no te convierte en alguien débil, sino en el ser humano que eres. Para ayudarte en estos momentos, he querido escribir este artículo sobre cómo superar los miedos y las dudas.

Cómo Superar Los Miedos y Las Dudas

El miedo es una emoción que bloquea. Te paraliza y te hace sentir que lo peor está por llegar. Al buscar una solución aparecen las dudas, y en medio de la confusión es difícil ver con claridad. Es entonces cuando buscamos ayuda en terceros, pidiendo sus consejos y opiniones, pensando que así encontraremos la respuesta que buscamos. Y si la persona que nos responde es alguien que tiene mucha influencia sobre nosotros, si no sentimos autoconfianza lo más seguro es que terminemos haciendo aquello que esta persona nos aconseja.
No hemos de atribuir malas intenciones en los demás, nosotros pedimos consejo y cada uno nos responde desde su perspectiva. Uno te dirá que sí, el otro que no, el otro que quizás, el otro lo verá de canto y el de más allá de costado. Buscando opiniones que te ayuden a aclarar tus dudas lo que termina sucediendo es que tus dudas se multiplican al cubo.

Escucha a tu cuerpo

Vivimos en un mundo de prisas en el que nos hemos desconectado de nuestros cuerpos, hasta el punto que no captamos sus mensajes ni cuando enfermamos. Llegamos a pensar que las enfermedades son cosas que nos pasan sin darnos cuenta del efecto que tienen nuestros pensamientos y entornos en nuestra salud física y psíquica. Vemos al cuerpo como un enemigo, cuando en sí es nuestro mejor aliado. Y nada mejor que escucharlo.
Si tienes dudas, cierra los ojos y escucha a tu cuerpo. Hazlo ahora: ¿qué estás sintiendo? ¿qué imágenes te vienen a la mente? ¿qué pensamiento pasa justo ahora por tu cabeza? Son mensajes de tu cuerpo. Conectar con nuestro cuerpo es una de las mejores maneras para saber qué es bueno para nosotros y qué no.
Escucha a tu cuerpo, es tu mejor amigo

Ejercicio de las hojas de papel

Un ejercicio que a mí me gusta es coger varias hojas de papel grandes y en cada una de ellas escribir una de las soluciones que me vienen a la cabeza. Normalmente me centro en tres posibles respuestas. Entonces, respiro hondo, me relajo y cojo uno de los folios. Lo miro detenidamente durante unos instantes y observo a mi cuerpo. ¿Qué emociones siento? ¿Es una energía expansiva o que me bloquea? ¿Dónde lo siento? Siempre hay una hoja de papel que al mirarla me hace sentir que mi respiración se hace más larga y relajada, que mi energía se vuelve más expansiva y que mis emociones son mucho más agradables. Esa es la respuesta.
Si lo de las hojas de papel no conecta contigo, puedes hacer este ejercicio de otro modo. Por ejemplo, puedes coger tres cojines y a a cada uno asociarle una de las respuestas. Te sientas en él y sientes el mensaje que te llega a través de tu cuerpo. Lo puedes hacer con lo que sea, desde minerales a posiciones de yoga, lo que sea que conecta contigo. A mí es un ejercicio que me resulta muy útil y por eso lo comparto contigo.

Mira en tu interior

Hoy meditando me ha llegado un mensaje que se repetía con una fuerza que nunca antes había sentido y decía: la respuesta está en ti, la respuesta está en ti. No paraba de repetirse y tenía una fuerza asociada impresionante. Cuando tenemos miedo o dudas de manera natural empezamos a buscar fuera las posibles soluciones. Desde libros a coaches o amigos, la cuestión es que nos digan cómo quitarnos esas dudas y esos miedos que nos atormentan. Pero este es un error enorme.
Llevo toda la semana empapándome de libros y pidiendo opiniones a todos y cada uno de mis amigos. ¿Es esto un error? ¡Para nada! El error es basar mi decisión en las opiniones de terceros sin mirar en mi interior. Lo que para uno puede ser fantástico para otro puede ser la tortura china y esto es algo que jamás debemos olvidar. Nadie puede vivir tu vida por ti ni nadie puede sentir por ti. Tu percepción de la vida es única, y si basas tus decisiones en lo que otros dicen sin antes escucharte a ti mismo lo más seguro es que termines por arrepentirte.
Si tienes miedo y dudas, la respuesta está en tu interior


Así que, mira dentro de ti. Me da igual el cómo lo hagas, de nuevo, busca la manera que conecta conmigo. A mí me encanta meditar sentada, pero me agobia el yoga o el mindfulness en movimiento. Yo soy espiritual y me gusta conectarme con la energía cósmica, pero puedes ser la persona más atea del mundo y conectarte con quien eres sin necesidad de nada religioso, espiritual o esotérico. A mí me ayuda poner incienso y velas, tú puedes hacerlo a plena luz del sol sentado en la playa. Lo que quiero aquí decir es que simplemente te escuches, que el cómo lo hagas no importa, lo importante es que lo hagas.

Busca en el baúl de tu pasado

Cuando tenemos miedo y dudas tendemos a olvidar todas las cosas que hemos logrado en el pasado. La mente funciona que cuando estás en un estado mental negativo bloquea todos los recuerdos positivos. Así que te invito a hacer lo que necesites para sentirte bien contigo mismo y, en cuanto te sientas bien empieces a hacerte una lista de todas las cosas que has logrado en tu pasado y de todas las experiencias positivas que has tenido.
Vivimos en una sociedad que desde pequeños nos condiciona en fijarnos en lo negativo, sólo hace falta ver las noticias o los periódicos. Pero desde aquí te reto a hacer este cambio de mentalidad. Descubre tu grandeza, tus talentos, todo aquello que te hace brillar y confía que nadie mejor que tú puede responder a tus dudas y miedos.
Enfócate en todo lo bueno que hay en ti, deja atrás todo lo malo



Para acabar…

Ceder nuestro poder personal a otros es un error que todos cometemos en momentos de vulnerabilidad. Pero si miramos en nuestro interior, veremos que la respuesta está siempre allí esperándonos. Aprender a tolerar el malestar que genera la duda y el miedo es algo clave en este proceso, y esto lo podemos hacer observando a nuestro cuerpo. Si te ha gustado el artículo te agradeceré que lo compartas en las redes sociales y me hará muy feliz que dejes un comentario.
Un abrazo!

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